Archivo diario: 3 marzo, 2016

INVESTIGAR EN DESARROLLO

Alfredo casa

Hoy en “Nuestra Misión” os queremos acercar la visión de Alfredo Torres, misionero laico jienense y arquitecto de profesión. Hace un mes defendió su tesis doctoral y la centró en su experiencia como misionero en la República Democrática del Congo. El haber vivido esta experiencia vital lo ha posicionado en otro ángulo de la realidad, la de los más pobres y así nos lo transmite en esta reflexión: “La tierra es uno de los materiales más empleados en la construcción en todo el mundo, sin embargo, resulta anómalo que un arquitecto español investigue sobre cómo, a través de la construcción con tierra, puede generase desarrollo humano en uno de los países más pobres del mundo, la R.D. Congo. En el año 2009 marchamos María Luisa (mi mujer) y yo a Isiro, como misioneros laicos del Instituto Misionero de la Consolata. Al cabo de un año empecé a pensar que la construcción con tierra apisonada podría mejorar la calidad de vida de las personas a través de la mejora del hábitat. Tuve la suerte de cruzarme en Kinshasa con el que fue Alfredo con el Tribunaluno de mis directores de tesis doctoral, quien tras escuchar todas mis inquietudes sobre el tema, me ayudó a orientar el trabajo que desarrollé en la R.D. del Congo. El 22 de enero de este año conseguí mi título de Doctor gracias a la investigación que llevé a cabo en Isiro y más allá de los resultados obtenidos, terminé mi defensa con una impresión que removió profundamente mi ser y mi concepción sobre la realidad de la investigación en las universidades españolas: escasean las investigaciones que resuelvan problemas de pobreza en países poco desarrollados. Me sorprendió que una de las felicitaciones que más reiteraban los miembros del tribunal fuera la visibilidad que la tesis daba a la realidad de pobreza extrema de la R.D. Congo, insistían en que no era usual encontrarse con este tipo de investigaciones. Por mi parte había sido un proceso natural, siempre he tratado de actuar en coherencia con mi conciencia y mis valores cristianos. Charlando con un profesor de la universidad de Málaga, me explicaba que resulta más fácil conseguir fondos para investigar sobre sistemas de confort de climatización en viviendas (de países desarrollados) que en tecnologías sencillas y apropiadas para resolver los problemas de los países pobres. Si realizamos una búsqueda rápida en las webs de las universidades españolas veremos que la mayoría tienen un departamento de cooperación, pero no para investigar, sino para financiar tapialproyectos, programas de voluntariado, actividades de sensibilización… Pocas disponen de departamentos y personal de investigación en desarrollo y cooperación.¿Qué pasa con la investigación? ¿Los pobres no merecen esa atención? ¿No sería lógico que nuestra élite intelectual volcara sus esfuerzos en trabajar sobre procesos que favorezcan el desarrollo humano en países pobres? Este mundo necesita más tesis doctorales que amplíen nuestra perspectiva egoísta del bienestar, más doctores e investigadores que convenzan (a organismos y empresas que pagan sus investigaciones) de que vivir en un mundo con un nivel tan brutal de desigualdad es motivo suficiente para mirar a las personas que lo pasan mal y a trabajar en exclusiva para ellos. En un mundo globalizado como el actual ¿disponen nuestros profesionales de herramientas para generar riqueza y desarrollo con su trabajo? Sí, pero en un contexto cultural occidental. No estamos formados para hacerlo en contextos de pobreza, no se nos dan esas herramientas, no están en nuestro abanico de temas de interés ni en nuestros currículos académicos. Una tesis doctoral es toda una experiencia vital, supone un fuerte paréntesis en la vida de un profesional activo, y un gran esfuerzo familiar, pero imprescindible en un mundo en el que más de la mitad de las personas que lo habitan viven sumidos en la pobreza. Animemos al mundo universitario a mirar más allá de su ombligo, a los lugares donde nadie mira, porque es donde más se necesita nuestra inteligencia”.Alfredo y María Luisa

Foto1: Una casa prototipo construida en el periodo en que permaneció como misionero en Isiro. Esta técnica usada en las viviendas de esta zona les dan más durabilidad que las que se construyen tradicionalmente con ramas, cañas, maderas..

Foto 2: Alfredo con los miembros del tribunal de tesis

 

Foto 3: Construcción en la República Democrática del Congo con tapial, base del estudio de

Foto 4: Alfredo Torres y su esposa María Luisa Rodríguez el día de la sustentación de su tesis doctoral en Málaga

Alfredo.